Deportes y la Psicología

HISTORIA DE VIDA

Carolina Marín se proclamó campeona del mundo de bádminton en agosto de 2015 en Indonesia. Es la primera española en ganar este título, todo un logro sin precedentes. Y ya antes de forjarse su propio destino, la deportista avisaba ante la prensa de que, en caso de ganar la final, el destinatario de su primera llamada sería, nada más y nada menos, que su psicólogo.

Con todo y con eso, ya con la medalla al cuello y fiel a sí misma, siguió reivindicando la figura de Pedro del Río, su psicólogo deportivo.
Todo el mérito que ella se quita se lo atribuye a él. El caso de Carolina Marín no es anecdótico, porque detrás de los grandes triunfos no se esconde sólo lo más evidente -horas de esfuerzo y entrenamiento físico- sino también lo no tan evidente: horas de entrenamiento psicológico y preparación cognitiva para alcanzar la fortaleza mental que toda meta a largo plazo, requiere.Son muchos los atletas, en cualquier ámbito del deporte, que reconocen y ensalzan la figura del psicólogo deportivo. Aunque no todos lo hagan de forma tan explícita como nuestra campeona de bádminton. Porque una lesión, un error o un fracaso inesperado pueden hacer tambalear toda una trayectoria deportiva en cuestión de segundos.

CAROLINA MARIN

Con todo y con eso, el caso de Carolina Marín es significativo. La paradoja hizo que antes de jugar su gran final no pudiera entrenar durante semanas. Una lesión se lo impidió. No entrenó físicamente, quiero decir, que es lo que todos entendemos por 'entrenar'. Pero no se quedó de brazos cruzados entrenó mentalmente, se preparó a otros niveles igualmente importantes. Ya que no pudo ejercitar sus golpes y movimientos, tuvo que hacerlo visualizándolos, usando su imaginación. Pasó horas con su psicólogo haciendo un entrenamiento mental. Y con ello consiguió descolocar a sus adversarias.

Carolina Marín tuvo que dejar de entrenar a nivel físico... pero no mental